En ciertas latitudes confiar es difícil. La inseguridad, la violencia y la impunidad hacen que incluso se tema a los rostros que parecen familiares. Uno nunca sabe de dónde puede venir el daño. Para cuando quedamos huérfanos, mi hermana contaba con 18 años apenas cumplidos. Yo vivía en Barcelona; ella, en Ecatepec de Morelos, México, el lugar en el que ambos crecimos. Ecatepec es uno de los municipios más inseguros y sobrepoblados de América Latina, y el que tiene los índices más altos de violencia hacia las mujeres en México.11Bautista, Nidia. Surviving One of Mexico’s Deadliest Places for Women. Nacla, February, 4 2019, https://nacla.org/news/2019/02/04/surviving-one-mexico%E2%80%99s-deadliest-places-women. A nueve mil kilómetros de distancia de mi hermana, una cosa me preocupaba por encima de todas las demás: su soledad y lo que esto significaba en relación a la ciudad en la que vivía.
Recuerdo una noche en la que me desperté agitado luego de un extraño sueño. En él yo estaba atrapado en un auto en la carretera, era una hora pico; sabía por el ruido y las luces de alrededor que estaba en el trayecto entre Indios Verdes22A multi-modal, public transit station in Mexico City with the majority of routes that head for the city’s northern municipalities. y Ecatepec. De repente y al unísono, los automóviles pitaron al unísono en un solo claxon estridente: ¡TUUUUUUUUT! Aquello parecía un sonido que convocaba a un ritual. Un unicornio blanco que relinchaba de furia emergió entre los coches: ¡HIIII! ¡HIIII! Galopaba a toda velocidad entre los autos, ¡Tacatá, tacatá, tacatá!; pude ver sus ojos cargados de sangre. Fui transportado a un terreno baldío en el que se agolpaba un tumulto de gente. Un par de patrullas flanqueaban el acceso y las luces rojas y azules pintaban la escena. El unicornio se destacaba, blanquísimo y brillante, de pie entre los montones de hierba seca y basura. Bajo sus cascos yacía una bolsa negra de basura. La multitud y yo sabíamos que dentro se encontraba otro cuerpo desmembrado de alguna joven mujer.33Digo otro porque, aunque la imagen sea sacada de un sueño, es habitual que aún hoy en Ecatepec se realicen este tipo de hallazgos de forma cotidiana.
Un par de noches antes había hablado con mi hermana y me había contado la historia de una de sus amigas, que se contaba ahora entre las desaparecidas. Sentí culpa de no estar cerca de ella para cuidarla. Tomé mi celular y escribí en el buscador de Google “mujeres Ecatepec”, como esperando encontrar algo de esperanza y paz. Sucedió lo contrario. La primera nota en aparecer llevaba un título escandaloso y fatalista: Cómo es vivir en el peor lugar para ser mujer de todo México.44Alberto Nájar y Juan Paullier, “Ecatepec: cómo es vivir en el peor lugar para ser mujer de todo México”, en BBC News Mundo, 21 de septiembre del 2015, recuperado el 28/02/2023 de https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150831_mexico_feminicidios_ecatepec_violencia_mujeres_jp. Di click. El artículo, escrito por dos hombres, contaba la dura realidad a la que se enfrentan los familiares de las víctimas de feminicidio “en un lugar donde se combina el horror de la muerte fácil, el desprecio hacia la mujer, la inseguridad generalizada y la impunidad.”55Ibid. No pude volver a dormir. Recuerdo haber cerrado los ojos pidiendo a mi versión de dios que cuidara de mi hermana, que la mantuviera siempre a salvo. No tuve, no tengo, más remedio que confiar en él.
Hace tiempo que la lejanía entre mi hermana y yo es mucho más corta. Poco después de ese sueño volví a México y me integré al Museo Arte Contemporáneo Ecatepec (MArCE), un colectivo formado por los artistas Antonio Barrientos, Federico Martínez, Iván Massé, y las activistas Mariana García y Salvador Vásquez. Originalmente el MArCE nació como una ironía de institución que buscaba llenar el vacío de espacios e instituciones culturales, tanto para los artistas como para el público de la región. El MArCE se dedica a crear intervenciones artísticas comunitarias para y con la gente de Ecatepec. Desde nuestra formación en 2015, nuestras acciones han contemplado la situación de las mujeres y los cuerpos feminizados en éste y otros lugares similares.
Por lo general, el tratamiento que los medios y las autoridades dan a la violencia de género y los feminicidios en Ecatepec consiste en sugerir retirar a las mujeres de la esfera pública y confinarlas a los espacios domésticos, al cuidado de los hombres. Sabíamos que teníamos que hacer algo para ayudar a los cuerpos feminizados a reclamar su espacio y sus agencias. Estaba claro que no podíamos depender del gobierno, de la policía o de otras instituciones, y que había otras maneras en las que la comunidad podía recobrar la confianza perdida. Recuperar los lazos y formas en las que podemos cuidarnos les unes a les otres, ha sido parte de nuestra tarea.
Los programas del MArCE refuerzan la participación y visibilización de los cuerpos feminizados. Dado que Ecatepec tiene el mayor índice de percepción de inseguridad de todo el país, nuestros proyectos apuntan también a crear espacios seguros y empoderadores para la comunidad. Éstos incluyen proyecciones de cine que iluminan el cielo nocturno, derivas por lugares significativos, e intervenciones como Toco Madera,66“Toco madera” es un refrán mexicano usado con la intención de ahuyentar un problema. un exvoto colectivo monumental de aserrín coloreado realizado para las fiestas de la virgen del pueblo de Santa Clara Coatitla, con representaciones de las problemáticas más importantes para el pueblo. Realizamos esta intervención en tres diferentes etapas: primero, ayudados por el proyecto El Carrito, de Adriana Valdéz, recabamos los problemas de la comunidad en una acción titulada Las penas con pan son menos, en la que intercambiamos piezas de pan proporcionadas por una panadería local, por un problema escrito, dando literalidad al dicho mexicano. Tras recabar todos los problemas, convocamos a un maratón de dibujo en el que las personas, en especial las infancias, nos ayudaron a traducir los escritos a formas gráficas que luego se convirtieron en stencils para crear el tapete de aserrín. Así, durante la procesión tradicional por las calles del pueblo, la Virgen borraría simbólicamente con su paso las problemáticas de la comunidad. Toco madera permitió que la gente se expresara e iniciara una conversación sobre las que consideraban sus principales preocupaciones, al tiempo que ayudaba a demostrar que la comunidad era capaz de organizarse para resolverlos.
En línea con estas acciones, el MArCE fue anfitrión del Laboratorio de Periodismo interseccional para mujeres y cuerpos feminizados de Ecatepec, en 2021; un programa público basado en la escritura, el periodismo, la fotografía y las artes gráficas que brindó herramientas para que estos cuerpos pudieran contar sus propias historias, reafirmar sus posicionamientos y desafiar la editorialización de sus perspectivas. El resultado de este programa será La Vigilanta, una publicación impresa que reúne el trabajo de más de 20 mujeres y cuerpos de la disidencia sexual de Ecatepec y otras periferias, cuyo lanzamiento está previsto para el primer semestre del 2023. Además, hemos pensado en una instalación pública que consistirá en colocar velas en las calles más oscuras del pueblo para iluminar el camino de los cuerpos vulnerables que transitan estos espacios y en apoyo a los duelos de las familias de víctimas de feminicidio y desaparición.
Es cierto que existen latitudes en las que la confianza se pierde. En ocasiones, en tiempos de peligro e incertidumbre, recurrimos a nuestra propia versión de dios para sentirnos seguros; pero también podemos recurrir a los otros, pasar tiempo juntos, compartir nuestras preocupaciones y trabajar para crear nuevos discursos y maneras de defender a nuestros seres queridos. Aún cuando reescribir las estadísticas parece imposible, abrir espacios para la discusión y la creación de lazos con los miembros de la comunidad se vuelve importante cuando los espacios públicos seguros son escasos. Para los cuerpos cuyas vidas parecen negadas es difícil confiar; pero el peor lugar para ser una mujer puede ser también el mejor escenario para iniciar una lucha. Estamos seguros de algo, nuestra búsqueda de libertad y respeto no se detendrá y, mientras tanto, este sentido de confianza renacido es suficiente para guiar nuestro camino. ¡HIIII! ¡Tacatá, tacatá, tacatá! ¡HIIII!
Traducción al Español por Miguel Ángel García Covarrubias.
Tonatiuh López (Ecatepec, 1989) es escritor, curador y editor independiente. Su práctica está marcada por la intención de unir el arte con la vida, lo mismo con gestos poéticos que mediante la realización de proyectos de arte socialmente comprometido. Desde 2016, es miembro del colectivo Museo Arte Contemporáneo Ecatepec (MArCE). También es activista por la libertad amatoria y sexual de las comunidades de hombres que tienen sexo con otros hombres y de usuarixs de drogas. Tonatiuh López vive y trabaja entre Ecatepec y la Ciudad de México.